La ILPS condena el ataque de Turquía sobre Afrin y expresa su firme apoyo al pueblo kurdo en su lucha por la autodeterminación nacional

Publicado por la Oficina del Presidente
Liga Internacional de Lucha Popular
24 de enero de 2018

 

Nosotros, la Liga Internacional de la Lucha Popular (ILPS, por sus siglas en inglés), condenamos la agresión llevada a cabo por Turquía en el cantón kurdo de Afrin en el norte de Siria utilizando bombardeos aéreos, fuego de artillería y tanques en su continua campaña de represión contra el movimiento de liberación del pueblo kurdo. Las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG) se han comprometido a luchar para proteger a Afrin, que es parte de Rojava-norte de Siria, región autónoma kurda administrada por el Partido de la Unión Democrática (PYD).

La ILPS apoya la lucha del pueblo kurdo por la autodeterminación nacional y por su aspiración a una auto-administración democrática en Rojava-Norte de Siria. Aun bajo condiciones de guerra civil, el pueblo de Rojava ha celebrado con éxito un referéndum en el que expresaron de forma abrumadora su deseo de establecer una Federación Democrática del norte de Siria dentro de una Siria federal unificada con los mismos derechos entre los diferentes grupos étnicos en Rojava-norte de Siria; Kurdos, árabes, sirios, asirios, armenios, turcomanos, circasianos y chechenos.

El gobierno sirio ha denunciado el ataque de Turquía en su territorio calificándolo de acto de agresión. Rusia ha pedido calma a Turquía y a Siria y que resuelvan los problemas mediante negociaciones. Afrin está formalmente bajo la protección de fuerzas rusas y sirias.

Según el YPG, los ataques del ejército turco en Afrin y zonas circundantes han matado hasta el momento a 18 personas y herido a 23 civiles, mujeres y niños entre ellos. Los contraataques de las YPG han dado como resultado la muerte de 40 soldados turcos y rebeldes del Ejército Libre Sirio. Dos tanques del ejército turco también han sido destruidos. El pueblo de Afrin ha prometido hacer de Afrin «un cementerio para el ejército turco y para Erdogan».

En un principio Turquía iba de la mano con los Estados Unidos en su campaña de «cambio de régimen» contra Assad. Para esta campaña anti-Assad, Estados Unidos movilizó a Arabia Saudita, Qatar e Israel y varios grupos terroristas yihadistas como el Frente Al Nusra, afiliado a Al-Qaeda, el llamado Ejército Libre Sirio, armado y entrenado por Turquía y el Estado Islámico financiado y armado por Qatar y Arabia Saudita.

La participación de Rusia en la guerra tras la llamada de asistencia del gobierno sirio cambió el rumbo a favor de Assad con el Ejército Árabe Sirio recuperando, bajo la protección de la potencia aérea rusa, la mayor parte del territorio perdido, inicialmente en manos del EI y otros grupos yihadistas. Rusia se ha convertido en el jugador más efectivo en la guerra, aumentando su prestigio y su influencia en la región, especialmente en relación con los EE.UU.

Con su recién adquirido estatus, Rusia logró convencer a Turquía para distanciarse de los EE.UU. Con la promesa de que Turquía tendría asegurado el suministro de petróleo y tendría una parte importante en el gasoducto ruso que suministraría gas a Europa. La potencia aérea rusa había destruido previamente los campos petroleros de Mosul y otros lugares que habían quedado bajo el control del EI que vendía petróleo a Europa bajo la protección de Turquía. Otra razón para que Erdogan se relacione con Rusia a expensas de los EE.UU. es el apoyo de los EE.UU. a las YPG en la lucha contra el EI.

Rusia se ha embarcado en una ofensiva diplomática abriendo otra vía de negociación en Sochi -aparte de la ruta de Ginebra patrocinada por la ONU- que reunió con éxito al gobierno sirio y a muchos de los grupos de oposición sirios. Esta iniciativa obtuvo el apoyo de Irán y Turquía, dejando de lado a Estados Unidos. Rusia ha presionado por la inclusión de los kurdos en la mesa de negociaciones poniendo a Turquía en un aprieto.

Estados Unidos se vio obligado a apoyar a las YPG porque estos últimos habían demostrado ser una fuerza altamente efectiva contra el EI y otros grupos yihadistas que se habían convertido en Frankenstein para Estados Unidos y sus lacayos regionales; Arabia Saudita y Qatar. Habiendo fracasado en la campaña para derrocar a Assad, Estados Unidos está tratando de salvar ahora su posición haciendo todo lo posible para mantener su presencia en Siria, manteniendo sus relaciones con las YPG y los restos del EI para crear futuros problemas.

El movimiento de liberación kurdo en el norte de Siria se ha vuelto militar y políticamente más poderoso en el transcurso de la guerra civil. Ha sido capaz de establecer una estructura política operativa para dirigir su administración democrática autónoma en Rojava-Norte de Siria y una fuerza armada efectiva con las YPG para defender su territorio.

El PYD y las YPG han jugado bien sus cartas en la compleja situación de la guerra civil siria instigada por los Estados Unidos con varias potencias mundiales y regionales que persiguen sus propios fines. Sus décadas de lucha por la autodeterminación nacional han enseñado a los kurdos que deben ser fuertes e inteligentes para lograr sus objetivos a corto y largo plazo.

Reiteramos nuestro firme apoyo por el derecho del pueblo kurdo a la autodeterminación nacional. Llamamos a todas las organizaciones progresistas de todo el mundo y a todas las personas de buena voluntad a condenar las políticas reaccionarias y agresivas del régimen de Erdogan y a apoyar la justa lucha del pueblo kurdo por la democracia y la autodeterminación nacional.

Source: NDFP.org