Ang Bayan : Sobre la capitulacion de FARC-EP

ESFUERZOS PARA PAZ entre el gobierno de Santos de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se frustraron después de que el acuerdo final de paz fue rechazado en un referéndum el 2 de octubre con un voto de 50,2% frente a 49,7%.

El dicho acuerdo fue firmado el 26 de septiembre en Cuba antes de ser sometido a un plebiscito. Fue negociado durante cuatro años en Cuba con la ayuda de Noruega. Se trató de poner fin a 52 años de resistencia armada de las FARC.

El acuerdo final, en esencia, es un documento de capitulación o sometimiento de las FARC. Se trataba del proceso de desarme y desmovilización de las FARC y su transformación en un partido legal. Esto hace que toda la FARC será sometido a un proceso que debe ser dirigido por el gobierno reaccionario de Colombia.

Según el acuerdo, todos los combatientes armados de las FARC se convergerán en 23 aldeas o zonas temporales para la «normalización» bajo la supervisión de las Naciones Unidas.

También específica cómo serán registrados y recogidos las pistolas y otras armas por las Naciones Unidas en el plazo de seis meses. Todas las armas recogidas serán destruidas y se convertirá en un monumento.

Combatientes que registrarán serán sometidos a investigación para determinar si tienen alguna historia de culpabilidad penal de violaciones de derechos humanos.

Mientras tanto, FARC será transformado en un partido político legal. Se asignará tres asientos sin derecho a voto en cada una de las cámaras superiores e inferiores del parlamento colombiano. Se les dará cinco escaños en 2018 y 2022, pero estarán obligados a correr para las elecciones en los términos siguientes.

El acuerdo firmado por los líderes de las FARC está siendo criticado porque no contiene cambios sustanciales en el sistema social. La cuestión de la reforma agraria o romper los monopolios, lo que provocó los levantamientos de 1964, que dieron origen a las FARC, no fueron resueltos en el acuerdo. El acuerdo sólo contenía promesas de proyectos de infraestructura rural que serán administrados por líderes de las FARC.

Las FARC entró en el acuerdo después de varios años de incesantes ofensivas por parte del gobierno de Colombia con la asistencia militar de EEUU usando la guerra contra las drogas como pretexto. Se ha informado de que actualmente hay alrededor de 8.000 combatientes de las FARC.

A pesar de ser gravemente perjudicial para las FARC, el acuerdo fue rechazado por los reaccionarios que se oponen al gobierno de Santos.

El ex presidente de Colombia, Alvaro Uribe, fue el defensor principal en contra del acuerdo.

Hay al menos otros dos grupos armados de la guerrilla en Colombia.

Esto demuestra la grave crisis y la lucha de clase en el país.

Ang Bayan
Vol. XLVII No. 19
October 7, 2016