Del NPA a Duterte: No, gracias

El reclamo de Duterte para que los miembros del NPA se rindan a cambio de dinero en efecivo, vivienda y trabajo, es pura bazofia. Durante años, el programa de contrainsurgencia CLIP (Programa Global de Integración Local), una revisión del Oplan Bantay Laya del régimen de Estados Unidos-Arroyo, ha servido como fuente de corrupción para generales y oficiales de alto rango de las AFP. Los soldados de infantería realizan regularmente incursiones en barrios extensos, reuniendo a sus residentes, obligándolos a firmar documentos en blanco y luego presentándolos como «rendidos del NPA». Estos esfuerzos se duplican ahora para hacer creer que el NPA se debilita y al mismo tiempo, recompensar a los comandantes de las AFP mediante el botín burocrático.

Duterte se jacta por la rendición de Noel Legazpi, quien admite estar «cansado» de la lucha. Miles no lo están. Para cientos de campesinos, Lumads y Moros, unirse a la lucha es una cuestión de supervivencia, ya que un régimen reaccionario tras otro ataca a sus comunidades y a sus medios de vida, mata a sus líderes y seres queridos y comete numerosos e incalificables abusos. La clara brutalidad y destrucción de las operaciones de las AFP aseguran que serán más, no menos, los que se unan al NPA. Incluso en las áreas Moro son cada vez más los que toman las armas y se unen al NPA para luchar contra la guerra anti-Moro de Duterte, guerra disfrazada de «guerra contra el terrorismo».

Los combatientes rojos no son como los soldados de las AFP. No sienten la tentación de unirse a la lucha armada a través de promesas de altos salarios, sexo con estrellas y brillantes juguetes nuevos. Ellos no buscan constantes halagos por lo que hacen, que es servir al pueblo desinteresadamente y con humildad.

Oficina de Información
Partido Comunista de Filipinas

23 de enero de 2018

Fuente: PhilippineRevolution.info